El carnaval de Santoña era imparable; ni siquiera una gran nevada pudo detenerlo, tal era el entusiasmo de todo un pueblo volcado en la celebración de una fiesta que no dejaba de crecer.
El carnaval de Santoña era imparable; ni siquiera una gran nevada pudo detenerlo, tal era el entusiasmo de todo un pueblo volcado en la celebración de una fiesta que no dejaba de crecer.