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Cartel Carnaval de Santoña 2025 Autor: Cristobal Aguiló Domínguez (Cartagena)

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Historia de los carnavales 1985

...1985 no hizo más que constatar el gran crecimiento del Carnaval de Santoña. Si el año anterior ya cerraba con cifras extraordinarias y un ambiente de fiesta desbordante, este nuevo ciclo arrancaba con una noticia que venía a poner el broche institucional a lo que los santoñeses ya sabían desde hacía tiempo: la declaración oficial del Carnaval de Santoña como Fiesta de Interés Turístico....

 El carnaval de Santoña Recibe la distinción de "Fiesta de interés turístico" del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones.

Cartel 1985. Autor: Alfonso Rodriguez Nates (Laredo)

 1985 no hizo más que constatar el gran crecimiento del Carnaval de Santoña. Si el año anterior ya cerraba con cifras extraordinarias y un ambiente de fiesta desbordante, este nuevo ciclo arrancaba con una noticia que venía a poner el broche institucional a lo que los santoñeses ya sabían desde hacía tiempo: la declaración oficial del Carnaval de Santoña como Fiesta de Interés Turístico.

Con ese reconocimiento como telón de fondo, la edición de 1985 se lanzó a la calle con más fuerza que 

nunca, batiendo récords de participación y consolidándose como una de las más multitudinarias de su historia. Más de 10.000 personas tomaron parte activa en el desfile del día grande, tiñendo las calles de color, ingenio y música. Por su parte, el desfile infantil reunió a más de 4.000 participantes, consolidando el compromiso de las nuevas generaciones con una tradición que ya se vive desde la infancia como un patrimonio colectivo.

 Esta efervescencia no fue casual. El Carnaval de 1985 no solo confirmó su arraigo popular, sino que también marcó un punto de inflexión hacia una organización más profesional, ambiciosa y estructurada. La villa entera se volcó en la planificación, la participación fue masiva, y el espíritu carnavalero se expandió como nunca antes por cada rincón del municipio, contagiando a visitantes, peñistas y forasteros por igual. De este modo, Santoña no solo consolidó su Carnaval como el más importante de Cantabria, sino que lo proyectó como una referencia ineludible en todo el norte de España.

 El Presupuesto del Carnaval para este año fue de alrededor de cinco millones y medio de presupuesto que fueron bien aprovechados por la Comisión Pro-Carnaval, que supo administrar con eficacia los recursos para potenciar cada apartado del programa festivo.

 Una de las novedades fue la elección de la "Sirena del Carnaval 1985" y asi recogía la noticia el 5 de enero de 1985 el Diario Montañés.

"... En dias pasados se celebró en Santoña la elección de la sirena y damas de honor del Carnaval de 1985. La joven María del Mar Royo, 

de 20 años de edad, fue elegida sirena, mientras que Jacqueline Garmilla y Desiré Costela fueron nombradas damas de honor.

 Recordemos que la figura de la sirena del Carnaval, novedad en este festejo, representa a la reina de las fiestas durante este período. Irá a imitación de otros carnavales famosos en la carroza que abrirá el desfile del próximo 15 de marzo, acompañada de sus damas de honor. El uso del término “sirena” en lugar de “reina” pretende acentuar el carácter marinero del carnaval santoñés, que lo hace distinto al de cualquier otro lugar.

 La sirena también presidirá el tradicional “Juicio del Besugo”, acto que pone punto final a las fiestas y que constituye quizás el momento más interesante y curioso de todo el carnaval.

 La elección, sin duda muy competida, tuvo lugar en la discoteca “El Cisne Negro”, poco después de las dos de la madrugada. El local se llenó por completo con un público de todas las edades que deseaba conocer quién sería la joven elegida para dar más brillantez a un carnaval que recientemente ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico."

Jornadas Culturales: Un Pilar Fundamental del Carnaval 1985

En el marco del reconocimiento oficial como Fiesta de Interés Turístico, el Carnaval de Santoña celebró en 1985 unas Jornadas Culturales que se convirtieron en el preludio indispensable de las festividades. Estas se desarrollaron entre los días

Articulo Diario Montañes 12 de Febrero 1985

 12 y 14 de febrero, justo antes del inicio oficial del Carnaval, y estuvieron marcadas por un profundo compromiso con la tradición y la cultura local.

 El homenaje central de las jornadas fue para Valeriano Gómez Lavín, conocido popularmente como «Vale», autor de numerosas coplas y cantares dedicados a Santoña y sus fiestas, quien fue reconocido por su aporte artístico y su conexión con el alma del Carnaval.

 Las Jornadas incluyeron mesas redondas donde historiadores, críticos, personas vinculadas al Carnaval y representantes de medios informativos abordaron la historia y la evolución del Carnaval santoñés, así como su reflejo en la prensa y la sociedad. Paralelamente, se llevaron a cabo exposiciones de pintura, escultura y cerámica, complementadas con una muestra de cerca de sesenta carteles que participaron en el concurso del cartel anunciador del Carnaval 85.

Los actos culminaron con un emotivo concierto de la Coral «Portus Victoriae», que cerró estas jornadas culturales con un homenaje musical a la tradición y al espíritu festivo de Santoña.

 La parte meramente festiva, asi relataba su cronología  El Diario montañés en su edición del 17 de febrero de 1985:
"...Desde el jueves se notó la llegada masiva de gente, y el viernes, aprovechando la fiesta local del viernes, destacó la exitosa «Noche mora», que reunió a más de un millar de personas disfrazadas al estilo musulmán y convirtió la plaza de San Antonio en un auténtico zoco oriental. Durante la madrugada, los asistentes siguieron el «canto del Ramadán» que desde el templete interpretaba el almohedí «El Eloy», sucediéndose los rezos en dirección al bar más cercano. y se despidió la fuente luminosa instalada en la plaza que seria trasladada en un breve tiempo.

  El ambiente festivo se reanudó por la mañana, con la salida de las peñas y la representación de la obra de teatro infantil «El culebre». 

La lectura del pregón, que daría comienzo oficial al Carnaval, prevista en un principio para las doce y media del mediodía, debió retrasarse casi una hora ante la ausencia de Antonio Montesinos, siendo en última instancia el alcalde de Santoña, Maximino Valle, quien improvisara unas palabras, haciendo alusión al gran simbolismo que encierran estos festejos, resaltando su carácter liberal. Tras pedir a todos colaboración y participación, declaró abierto el Carnaval. Ya mucho antes de que comenzara el desfile, fue concentrándose en el terreno anexo al campo de fútbol una ingente cantidad de chavales, acompañados por mayores que, sin resignarse a no participar, se vistieron de colegiales, marineros e incluso tiernos bebés. Si se tiene en cuenta que prácticamente todos los niños de Santoña tenían su disfraz y sumamos el número de adultos que retornaron a su infancia con sus vestimentas, se puede considerar cercana a cuatro mil la cifra de participantes en el desfile infantil, que dio comienzo poco después de las cinco y media. Pusieron la nota musical las charangas de la Banda de Cartón, Los Ronceros, Los Vinikis y la Peña Infantil «San Juan» de Colindres.


El jolgorio y la alegría se desperdigaron con estas peñas por toda la localidad, celebrándose a partir de las siete de la tarde un baile para los más jóvenes en la plaza de San Antonio. La verbena de las once dio paso a uno de los actos más esperados del Carnaval: el concurso de murgas. Dieciocho composiciones, en las que estaban presentes las críticas de gestiones y asuntos municipales y los sucesos ocurridos en Santoña durante el pasado año, fueron interpretadas por diversas peñas y sociedades de la villa, despertando sus letras gran hilaridad y jugosos comentarios de la ingente multitud que se apiñaba en la plaza de San Antonio. La animación siguió hasta muy altas horas de la madrugada. Pero el aguante de los santoñeses fue épico, y ya desde el mediodía del sábado aparecían los bares llenos de una clientela, un tanto extraña, que cumplió a rajatabla el rito del «chiquiteo del disfraz». Por la tarde, en el desfile de Carnaval, diez mil personas se concentraron para enseñar sus mejores disfraces y constituir un nuevo récord de participación. Como anécdota, cabe destacar que en la celebración de una boda, la práctica totalidad de los invitados se presentaron ataviados con diversos disfraces, máscaras y maquillaje.

Con el paseo del reo, juicio en el fondo del mar y el posterior entierro del besugo, finalizará el Carnaval-85 de Santoña, que se ha caracterizado por una extraordinaria afluencia de público, tanto simples espectadores como participantes directos con sus disfraces, superando ampliamente a las ediciones anteriores..."


Tal era el éxtasis y la emoción vivida que la comisión  Pro-carnaval se reunía unos dias después en los locales del Ayuntamiento, la Comisión Pro-Carnaval de Santoña con el fin de cambiar impresiones acerca del recién celebrado Carnaval y de tratar, de este modo, de superar en la próxima edición el éxito obtenido en este año 85. Así lo destacaba el diario montañés el 11 de marzo de 1985.

"...Estuvieron presentes, como es habitual, responsables municipales, miembros de la Comisión de Festejos y representantes de las diversas peñas y entidades de la villa que participan en su organización. Se pudo comprobar la gran satisfacción de todos los allí reunidos por el éxito alcanzado en esta edición, y se coincidió en que la declaración como «Fiesta de Interés Turístico Nacional», además de suponer un reconocimiento a la constante labor desarrollada por los santoñeses, exige una mejor organización y una continua renovación y aporte de nuevas ideas..."